Las campañas electorales son un inmenso montaje de millones y millones de euros que consigue que un candidato a la presidencia se te antoje mejor que otro. En las campañas electorales no preparan grandes discursos con irrefutables argumentos, sino hacen vagas promesas y sobre todo tratan de dar muy buena imagen continuamente. Tienen estilistas a su servicio, asesores de imagen, psicólogos, sociólogos. Sus apariciones son elegantes, sin despeinarse un pelo y sus discursos vacíos. El volumen de voto se mueve según la emoción, no según la razón. Aquí los medios de comunicación juegan un papel crucial, diciendonos quien es el mejor de los dos. Normal que el gobierno no quiera que la gente estudie, un rebaño de ovejas es mucho más facil de conducir. Como dice Jose Luis Sampedro: "Educados para no pensar".
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